- La multinacional se había comprometido a buscar potenciales inversores que mantuvieran la fábrica abierta.
- Pero ahora Unilever se niega a vender la factoría a un competidor que ofrecía la creación de 86 empleos directos.
- En una carta, el comité de empresa denuncia a la multinacional por sus mentiras e inmoralidades.
- Directivos de la compañía presumen en las redes sociales de haber cerrado una factoría con beneficios, en tiempo record y por un coste menor al previsto.
- La empresa se llevó la producción de Mimosín y Skip a Inglaterra bajo el argumento de que salía más barato producir allí.
El comité de empresa de Unilever, la multinacional que dejó el pasado 30 de septiembre en la calle a 166 trabajadores directos y 170 indirectos al cerrar su fábrica de Aranjuez, ha denunciado que la empresa no tiene ninguna voluntad de recolocar a los trabajadores mediante un plan de reindustrialización, como prometió.
Lo más difícil ha ocurrido. Ha aparecido un comprador dispuesto a crear 86 puestos de trabajo directos, amén de los posibles indirectos mediante un proyecto solvente, y la multinacional lo ha rechazado.
El comité, en una carta durísima en la que denuncia las mentiras y el comportamiento inmoral de la multinacional, afirma que "ha ocurrido lo que Unilever siempre decía que no haría, perjudicar más si podía a sus ya ex trabajadores, ha rechazado la oferta de compra que una empresa importante ha realizado para la planta de Aranjuez".
Los ex trabajadores de Unilever añaden que aunque la empresa "argumenta que ya dijo 'que no vendería a un competidor' también mentía en esto porque ha vendido parte de la producción de suavizantes y detergentes para España a uno de sus principales competidores fabricante de marcas blancas, cediéndoles las mejores maquinas que tenía en las instalaciones de Aranjuez."
Afirman los responsables del comité de empresa que en esta decisión ha primado el beneficio económico, ya que "tienen más valor los miserable euros que el futuro de los trabajadores".
Unilever fabricaba en Aranjuez polvos y líquidos-Skip y Mimosín- y el pasado 22 de marzo comunicó a sus trabajadores su intención de trasladar la producción a Inglaterra, bajo el argumento de que resultaba más competitivo por motivos, esencialmente, de distribución. Los sindicatos y fuentes del sector siempre sospecharon que detrás del cierre de una fábrica que resultaba productiva no existe otra intención que la de llevar la producción a países como India, Brasil o China
Para colmo, según denuncia el comité de empresa, algunos directivos de la multinacional angloholandesa se jactan en su perfil profesional en LINKEDIN de haber cerrado una factoría con beneficios en tiempo record y por un coste menor de lo previsto. Sin embargo, la empresa, mediante sus portavoces, explicó así los motivos del desmantelamiento de la fábrica: "La decisión de cierre de Aranjuez derivó del estancamiento de las ventas en Europa, la tendencia decreciente del mercado español y la falta de perspectivas de crecimiento".
Unilever fabrica marcas tan diversas como Calvé, Frigo, Ligeresa, Maizena, Tulipán, Cif o Domestos, Pond's, Rexona, Axe, Dove, Signal o Timotei que se comercializan en todo el mundo.
Sara Olivo
sara@hispanidad.com