No tienen problemas de financiación en el exterior
En el informe sobre necesidades energéticas de aquí al 2030, UNESA señala que España necesita entre tres y cuatro centrales nucleares más. Como mínimo. Son las energías más baratas, más eficientes, más robustas y que permiten cumplir con los compromisos de Kyoto. Y cuidado porque las cuotas de emisión se van a poner cada odia más caras.
El Gobierno, sostenella y no enmendalla. Y el sector, tranquilo. En realidad, como explica el presidente de UNESA, Pedro Rivero, las eléctricas son marginalistas. O sea, que buscan el margen. O sea, la pasta. Lo mismo les da que vengan por nuclear que por subvenciones a los molinillos por muy ineficientes que sean ni por mucho que exijan tener doblada la capacidad. Ellos cobran la subvención y aquí paz y después gloria. Aunque obviamente, la cosa no resulta muy seria.
Y no. No hay problemas de financiación. Las empresas eléctricas españolas están montando reactores en China, América y hasta en Italia. De hecho probablemente Berlusconi apueste por la nuclear como la única manera de solventar el problema energético español. Y España volverá a quedar en la marginalidad europea, importando energía para mantener el suministro.