Sr. Director: 
Ante la calificación negativa que obtiene nuestro sistema educativo en los informes Pisa patrocinados por la OCDE, es preciso no resignarse.

 

El diagnóstico es relativamente sencillo: una perniciosa fragmentación autonómica, con lo que ello conlleva de desapoderamiento una política educativa nacional y común; profesores desmotivados, a veces, asustados y últimamente con salario reducido; pérdida de la cultura del esfuerzo y del sentido de la responsabilidad, son, entre otras, las razones del fracaso, impulsado también por una legislación que cambia a cada poco por razones ideológicas e intereses partidistas.

Es urgente buscar soluciones a través de un genuino pacto educativo al margen de la política de imagen o las ventajas coyunturales como lo pretendido en el último pacto por la educación. En la sociedad del conocimiento propia del siglo XXI, un país desarrollado como España no puede permitirse el lujo de viajar en el furgón de cola en materia educativa. Vamos, digo yo.

José Morales Martín