El presidente cesa al gobernador de Deraa por la muerte de varios manifestantes.
Casi ningún país de la zona se libra de los enfrentamientos y las revueltas populares. Tras los casos de Túnez y Egipto, y teniendo frescas las situaciones de Libia, Yemen o Bahrein, la que empieza a sufrir también alzamientos es Siria.
La capital del país, así como otras ciudades han registrado ya enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden. El caso más grave ha sucedido en la ciudad de Deraa, al sur del país, donde varios manifestantes han muerto por el ataque de la policía a un grupo de opositores. Para acallar las críticas, el presidente del país, Bachar el Assad, ha cesado al gobernador de la provincia, que mandó utilizar gases lacrimógenos, cañones de agua y finalmente armas de fuego para dispersar a los miles de manifestantes que se habían reunido para pedir más libertades políticas, así como el fin de la corrupción.
Lo peligroso es que este clima de inseguridad también se contagie a otras zonas. Y aunque Israel y Palestina es un foco de constantes problemas, en las últimas semanas, el conflicto está volviendo a recrudecerse. Si hace unos días eran asesinados unos colonos judíos y el martes murieron varios niños en un bombardeo israelí, este miércoles se han vuelto a vivir escenas de pánico en Jerusalén donde la explosión en un autobús ha dejado varias víctimas y decenas de heridos.
Andrés Velázquez
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