- En Moncloa preocupaba más la subasta a largo que la visita de Artur Mas y el problema catalán.
- La esperanza de Rajoy de eludir el rescate se atenúa a medida que se diluye el efecto Draghi.
- Lógico: el presidente del BCE sólo comprará deuda previa 'ocupación' de España
- Aún así, el Gobierno continúa sin plantearse la alternativa: salir del euro.
La subasta del Tesoro público, realizada en la mañana del jueves no ha sido un éxito, ni de lejos. Han bajado los tipos, sí, pero se ha sido muy moderado en las obligaciones a 10 años y el tipo de adjudicación ha bajado ligeramente en las emisiones a 3 años.
Y lo cierto es que al presidente Mariano Rajoy le preocupaba mucho más el resultado de las subastas -termómetro de la marca España ante los especuladores financieros- que la mediática visita del presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Sí, aún dura el efecto Draghi, pero se está diluyendo por momentos. Lógico, el efecto Draghi consiste en que BCE compre deuda española siempre que España se humille y solicite el rescate -blando o duro, es rescate-. Por tanto, ¿quién va antes, el huevo o la gallina? Si la prima de riesgo ha descendido es porque los especuladores esperan la petición, pero si la petición no llega, entonces la prima de riesgo volverá subir.
Eso sí, Rajoy ni se plantea la otra alternativa: la salida del euro. Le da pánico. Por tanto, lo que ha demostrado la subasta de este jueves es que Rajoy tiene cada vez más difícil evitar el rescate.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com