El escándalo comenzó en los hospitales de la Generalitat con el asunto de la legionella. Desde entonces, la Administración sanitaria catalana está obsesionada con las torres de refrigeración por donde se ha colado, en la mayoría de los casos, el virus de una enfermedad hospitalaria, que ha costado ya demasiadas vidas. No obstante, estos días sigue la polémica por un nuevo brote de legionella en el centro de Vallcarca, aunque, de momento, se desconoce el origen del virus.
Esta "obsesión" por la legionella hace que se descuiden otros elementos susceptibles de generar enfermedades hospitalarias. Según fuentes de la Generalitat de Cataluña, "la limpieza deja mucho que desear, se producen humedades y las instalaciones están de cualquier manera". Existe dejadez, añaden, motivada por la falta de presupuesto. En los pasillos se escucha siempre lo mismo: "Necesitamos cash flow". Probablemente, sea éste uno de los temas estrella en el debate presupuestario del próximo otoño.
Esta preocupación de la Administración sanitaria catalana ha llevado a la Generalitat a suscribir un acuerdo con el INE para conocer con más detalle el fenómeno de la morbilidad hospitalaria, es decir, las enfermedades contraídas en el seno de un hospital. Un estudio que también podrían realizarse en la Comunidad de Madrid, recientemente sacudida por el escándalo del contagio de Hepatitis C en el Hospital de Alcorcón.