Con un retraso de dos meses sobre el estreno previsto (el 23 de enero de este año) llega a las pantallas Traidor, una película que aborda el mismo asunto que la oscarizada Infiltrados, de Martín Scorsese, es decir: agentes que trabajan de manera secreta, en este caso dentro del seno de una organización terrorista

Aunque detrás de la cámara de Traidor se encuentra Jeffrey Nachmanoff, un casi neonato en el mundo de la dirección (como guionista es más reconocido como responsable de El día de mañana, de Roland Emmerich), lo cierto es que, como ocurría con la película de Scorsese, Traidor atrapa la atención del espectador desde las primeras imágenes. La razón estriba en que cuenta con un buen ritmo narrativo y se apoya en un guión muy aceptable desde el momento que plantea la disyuntiva personal y moral que experimenta un ex militar estadounidense,  piadoso musulmán, que  ha sido infiltrado dentro de una célula terrorista. Este hombre, por fidelidad a su patria, Estados Unidos, debe ayudar a desenmascarar a sus hermanos en la fe

El duelo interpretativo también está perfectamente resuelto puesto que enfrenta  a dos grandes actores: Guy Pearce y Don Cheadle. Ambos protagonizan un emocionante juego de gato-ratón que complacerá a cualquier aficionado a las películas de acción y de suspenseY es que Traidor es un largometraje correcto que se ve con agrado.

La anécdota de la película es que su guión está escrito por el director, Nachmanoff, en colaboración (¡asómbrense!) con el actor cómico Steve Martin

Para: Los aficionados a los thrillers bien resueltos