El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, advirtió este viernes que las pensiones no constituyen el único motivo de desacuerdo entre los sindicatos y el Gobierno. El líder sindical acude a la reunión de la tarde del viernes con el Gobierno con las líneas rojas bien marcadas. En efecto, los sindicatos se han mostrado en contra de la reforma de las pensiones, pero incluso si hubiera acuerdo en este punto, la ultraactividad es otro de los motivos para la convocatoria de una huelga general. Es decir, la supresión de la posibilidad de prorrogar un convenio de forma automática cuando no haya acuerdo es otro de los puntos en los que los sindicatos no están dispuestos a ceder.
Por su parte, el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, no quiso adelantar nada sobre la reunión con las centrales sindicales. Sin embargo, Rubalcaba da por sentado que la ley se llevará al Congreso el 28 de enero sí o sí. Lo único que busca el Gobierno es que la ley llegue con el mayor consenso posible. Por eso, el Ejecutivo se reunirá también con la Patronal y con los grupos políticos para pelear el apoyo de la ley.
El vicepresidente primero aclaró también que se trata de garantizar las pensiones de quienes hoy tienen 30, 40 ó 50 años y no de los actuales pensionistas. En definitiva, pretenden hacer sostenible el futuro del sistema de pensiones. No obstante, Rubalcaba puso el dedo en la llaga al afirmar que cada vez vivimos más, y cada vez tenemos menos hijos. Como ejemplo gráfico, Rubalcaba citó a la familia de Pepiño Blanco, cuyo abuelo tuvo ocho hijos y murió cinco años después de jubilarse, mientras el padre del ministro vive después de veinte años de haberse jubilado y sólo tuvo un hijo. Aunque el dato de que Pepiño sea hijo único puede alegrar a muchos, la mala noticia es que ningún Gobierno se ha puesto seriamente a adoptar medidas en pro de la natalidad, algo que resolvería en el largo plazo el problema de las pensiones.
Mariano Tomás
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