Al mismo tiempo, la decisión de Florentino coincide con la liberalización eléctrica. No nos engañemos: en lo que se refiere a la liberalización eléctrica, el único nuevo  agente capaz de hacer daño a los componentes del sistema (Endesa, Iberdrola y Fenosa, principalmente) es Gas Natural, especialmente cuando el ciclo combinado, o producción de energía eléctrica a través de la quema de gas, es la estrella del horizonte energético.

 

Pues bien, no se dejen engañar por el griterío producido por Kyoto, que enfrenta a Iberdrola con Endesa y Fenosa. Lo cierto es que las eléctricas no están dispuestas a perder sus zonas tradicionales de cobertura. Así, por ejemplo, Endesa-Fecsa está a punto de hacerse con otro PAU, sólo que esta vez en Barcelona, sede de Gas Natural: se trata del PAU de Sant Cugat-Sardanyola. Esta vez, Endesa, que también ofrece luz y gas, quiere adelantarse, a través de su filial Fecsa, a Gas Natural en su propio terreno.

 

Por cierto, la inmobiliaria Fadesa, ahora de moda por su salida a Bolsa, intentó romper ese pacto no escrito entre las compañías eléctricas, para que realizaran ofertas a la baja fuera de las zonas de cobertura. Es decir, para que rompieran una especie de acuerdo de hecho. No lo consiguió.