Sr. Director:
A muchos padres nos ha sorprendido que, en Cataluña, la obra erótica Tirant lo Blanc, se incluya en los currículos escolares como lectura obligatoria.

 

En unas recientes declaraciones, la ex de ERC, Pilar Rahola,  decía "no entiendo a una sociedad que hace leer a los jóvenes Tirant lo Blanc (...) y no les impone la Biblia". En efecto, la Biblia, expulsada de algunos idearios educativos, nos habla de quién es Dios y quiénes somos nosotros, a dónde vamos y de dónde venimos, el quid de nuestra existencia y el peso eterno de nuestras buenas o malas obras.

Este libro de libros es, con mucho, la obra más editada y reeditada del mundo porque contiene la verdad revelada que viene de Dios y de la que se priva a los menores que quieren formarse acudiendo a la escuela y salen sin saber lo esencial: que son hijos de un mismo Dios llamados a saborear su gran dignidad, recibida la redención suprema con la muerte del Hijo de Dios e invitados a acoger una nueva vida. Hoy, la educación, por el contrario, se ha convertido en ariete para despojar a los niños de su inocencia con materiales sexuales no aptos para menores. Es inaudita la respuesta de las autoridades de EEUU o Alemania de encarcelar a los padres que se han negado a que sus hijos acudieran a las sesiones de perversión sexual.

No ha pasado el tiempo de las tiranías, ahora se disfrazan con tintes democráticos pero siegan igualmente la libertad para crear una masa de pensamiento uniforme gracias a la pasividad de los ciudadanos

Eva N Ferraz