La teleoperadora no se niega a patrocinar grandes premios como el de Valencia

Telefónica no se niega a patrocinar grandes premios como el que ha tenido lugar en Valencia este fin de semana. En cambio, no está dispuesta a patrocinar a Fernando Alonso. Ni siquiera aunque se lo pida el mismísimo Alejandro Agag. "A Telefónica no se le deja colgada", le contestó el presidente de Telefónica, César Alierta, al yernísimo de Aznar. Y es que no se puede estar en misa y repicando. Pincha en hueso el yernísimo que también trabaja para el Santander y para que el que se preste a ofrecer una comisión. Porque aunque Agag afirme que ha aprendido de Biatore lo que son los negocios, lo suyo no es la gestión, sino el cóctel, las relaciones públicas y las comisiones. Y eso a pesar de que afirme en entrevista en Expansión (Grupo El Mundo, o sea, Corriere della Sera) que "le gusta invertir en negocios que pueda gestionar personalmente". ¿Gestionar es cobrar comisiones?

Y las comisiones no conocen de ideología. Por eso no tiene ningún problema en ir del brazo de un Jaume Roures que presume de marxista. Negocios obligan y es que Mediapro podría empezar el año que viene a explotar los derechos sobre la Fórmula 1. Y conviene recordar que Agag inició su carrera ‘empresarial' de la mano de Berlusconi en pago al favor de haber introducido su Forza Italia en la internacional democristiana. Il Cavaliere, a cambio, le presentó a toda la ‘biutiful' transalpina. Y Agag, hábil en las relaciones, ha capitalizado sus contactos. La presidencia del PP europeo no fue sino un salto para los negocios. Y sobre todo hacia los negocios que menos manchan. Nada de industria. Mucho mejor la comisión sobre la gestión de los derechos audiovisuales. ¿Existe algo más ‘espiritual' en el mundo de los negocios?