El presidente de AOL-Time Warner, Steve Case, ha dimitido a sus 45 años de edad. Otro de los pioneros de Internet y de la sociedad virtual se da el gran batacazo después de haber llenado de humo un globo especulativo.
Case comenzó vendiendo videojuegos, y creó una compañía de acceso (en un principio no era otra cosa) a una red naciente. Bill Gates, el hombre del procesador de datos, con su habitual estilo de matón, pretendió eliminarlo del mapa. No lo consiguió porque, aprovechando el espejismo de la Red, Case dio el gran salto: planteó una fusión absolutamente absurda en cuanto a número: Time-Warner-CNN, el mayor multimedia del mundo, aceptaba fusionarse con la recién nacida AOL ¡en minoría!. Mandaría AOL, que sólo era una promesa de futuro, frente a un grupo de diarios, prensa, agenias, radio, TV, producción audiovisual, totalmente consolidado. La industria nueva se casaba con la vieja. Case contemplaba Internet como una infovía que necesitaba de contenidos (los que le proporcionaría Warner-CNN). Es como si en España El Corte Inglés fuera absorbido por la tienda de ultramarinos de la esquina, y el señor Senén sustituyera a Isidoro Álvarez al frente de la sociedad resultante.
Naturalmente, Internet no resultó. Mejor, Internet es una maravilla de infopista pero guiada por el espíritu de conversación, de relación interactiva entre emisor y receptor. Como mercado, la WWW es un fracaso.
Naturalmente, el espejismo ha durado 3 años. Steve Case acaba de dimitir. Porque continuando con el símil, la superextra valoración de AOL conllevaba otra cuestión: que todos los clientes de El Corte Inglés fueran a comprar a la tienda del señor Cenen. Y claro, eso es muy complicado.
Al final, los accionistas, especialmente los ex de Time Warner, se han enfadado mucho con otro hombre virtual. Y la verdad es que Case ha sido el primero en darse cuenta de que lo importante son los contenidos, sólo que Internet no ha caminado al ritmo previsto, y ahora todos le llaman estafador.
Al final, Internet sólo concluirá con la TV (que es una de las claves) el día en que exista el ordenador-TV o el TV-Web. Mientras tanto, Internet seguirá siendo lo que era al principio: conversación y el circuito de información más importante del universo. Pero eso no es un mercado.