El vicepresidente Solbes era contrario a eliminar el Impuesto de Patrimonio. No porque considerase que fuese justo, sino porque ya que lo estaban suprimiendo las CCAA, que asumieran el coste ellas. Pero llega ZP y promete la supresión. A partir de entonces, toca seguir al jefe, donde dije digo, digo Diego y descontar 1.800 millones de euros.
En "lealtad institucional", el Gobierno debe compensar a las CCAA porque ha sido el Gobierno quien anuncia la supresión de un impuesto autonómico. ¿No cree que quizás no era lo más adecuado habida cuenta de que beneficia a las familias con más recursos? Solbes tiene una respuesta brillante. "Es verdad que las personas con menos recursos no lo pagan, pero tampoco las personas de recursos más altos". Y es que las sociedades patrimoniales están a la orden del día. Al fin, Patrimopnio machaba a las clases medias por mor de la subida inmobiliaria. Así que era mejor liberar recursos "para el consumo y la inversión".
Y un detalle: la eliminación afecta tanto a los no residentes como a los residentes. Es decir, también estará exento el británico o alemán que comparta su segunda residencia en la Costa del Sol. "De esta forma incentivamos que sigan viniendo a España a invertir sin temer por la factura fiscal".