El vicepresidente insiste otra vez en que el margen de nuevas políticas discrecionales está agotado. También lo dijo en septiembre cuando apenas había comenzado el Gobierno a despertar. Solbes trata de establecer un muro de contención ante la tentación de echar mano del dinero público para casi todo. No tiene demasiado éxito. Porque cada vez que asegura que no existe margen, Zapatero le sorprende con el enésimo plan anticrisis.
El problema es que fue el propio Solbes quien aseguró que teníamos un cierto margen debido a nuestro bajo ratio de deuda/PIB. Advirtió que se debía gestionar con prudencia. Pero hay muchos que no entienden el término prudencia Sobre todo si las consecuencias del corto son a largo. Es lo que se llama política adolescente.
Así que aunque Solbes asegure que no existe margen, la realidad es que sí que existe. Siempre desde una óptica adolescente. Y la soga se la vuelve a colocar el propio Solbes que presume de que la deuda llegará a un ratio del 54,5%, lejos del 70% de media de nuestros socios comunitarios Si estamos lejos, es que todavía hay margen, debe pensar el comando del gasto encabezado por el propio Zapatero. El vice está atrapado. Piensa en dimitir y se reconoce cansado. Pero como Rajoy aguantará lo que le echen.