Con esta oposición no hace falta hacer Gobierno. Mientras el euribor se aproxima al 5%, la construcción se paraliza, el paro aumenta y el petróleo sitúa a los precios contra la cuerda, el PP se despedaza, y su nueva esperanza -más bien desesperanza- el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, repite la tesis económica del Gobierno, el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, calla.
Ya saben, si Solbes fuera un personaje de la parábola evangélica de los talentos, sería sin lugar a dudas, el tercero: el que enterró el denario para que no se perdiera.
Con el PIB despeñándose trimestre a trimestre, con el consumo en baja y el desempleo en alza, parecería lógico que el Gobierno Zapatero probara con una política de oferta, utilizando el déficit público para poner marcha vivienda subvencionada y obra pública. Sin embargo, no lo hace. Para ser exactos, debe esperar a que la crisis económica la resuelva otro. Solbes está como más le gusta estar: cruzado de brazos.
Sabemos que el Zapatismo es una obra maestra de propaganda, pero, caramba, esto parece excesivo, incluso para ZP.
Eulogio López
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