Por ejemplo, hoy me cae simpático José María Fidalgo (Ver radio y TV de Hispanidad), cuando solicita una subida más acelerada del salario mínimo interprofesional (SMI). Dice que lo cobran cerca de 1 millón de personas. Me parece que no, pero es lo mismo, porque en el Ministerio de Trabajo calculan que son más, cerca de dos millones, los españoles que cobran cifras próximas a esos 600 euros brutos al mes.
Para ser exactos el 58% de los asalariados españoles está en esos niveles (menos de 1.100 euros mensuales), liquidez con la que resulta más bien difícil comprar una vivienda o formar una familia.
El salario medio del español -muy inferior a la Europa de los 15, que no a la Europa de los 27) está en los 16.489 euros anuales -ojo, brutos- que entre catorce pagas resultan 1.180 euros al mes.
Por tanto, y a pesar de la sombra de la inflación, hay que insistir: lo mejor que ha hecho en economía el Gobierno Zapatero es subir el SMI, que fuerza al resto de los salarios a aumentar. De hecho, en un año, el salario medio ha subido un 5%, a pesar de que la presión de la mano de obra inmigrante -que cobra muy poco- con un récord de asalariados que alcanzó los 15,4 millones. Flexiona la salario medio a la baja.
En cualquier caso, el mérito del PSOE consiste en haber pasado de 460 a 600 euros. Ahora, le falta el otro gran objetivo de justicia social: el salario maternal (SM), el que merecen la mujer que decide tener hijos en un mundo en el que todo está pensado para no tenerlos. Hablo de salario, no de subvención con una única entrega. Pero de eso, no se por qué, no hablan ni Cándido Méndez ni José María Fidalgo. Se les habrá olvidado.
Eulogio López
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