Tras años de repetir la fórmula: ¿Se puede hacer una película original sobre una pareja de policías? La respuesta es sí: tienen la prueba con el magnífico thriller Sin tregua.
Taylor y Zavala son dos agentes de la policía de Los Angeles, orgullosos de defender la ley. Con una conciencia de grupo muy acusada donde prima la camaradería, su día a día está lleno de percances, más aún cuando son destinados a patrullar un conflictivo barrio donde están enfrentados chicanos y negros por el control del narcotráfico…
Sin Tregua logra transmitir empatía con los dos protagonistas desde las primeras imágenes, por ello el presentimiento de que algo irremediable va a ocurrirles a esta humana pareja de polis se traduce en que el largometraje consigue mantener en tensión al espectador durante todo el metraje.
Porque Taylor y Zavala son inmaduros, y no muy complicados pero por diversas acciones en su trabajo y sus conversaciones personales comprendemos que son dos buenos tipos, valientes e íntegros cien por cien. Y es que ese hiperrealismo en la descripción de personajes y de situaciones es lo que convence, de principio a fin, de este magnífico thriller con el que David Ayer, guionista de la oscarizada Training Day, vuelve a una historia sobre el mundo policial. Una película en la que ha jugado, para tener mayor verosimilitud, a rodarla con la estética de vídeos caseros, que se justifica porque uno de los polis, Taylor, es un loco de las cámaras.
Sin Tregua, a pesar de su dureza, es una película que no deben perderse.
Para: Los que quieran ver un estupendo aunque duro thriller policial