Lo peor no son los políticos sino sus altavoces. Una periodista sin peguntas es como una modelo: una percha donde los diseñadores cuelgan los frutos de su inspiración. Peor: un notario sin juicio de valor, un altavoz de propaganda de los políticos.

¿Qué harán los políticos? Lo que están haciendo, aliarse con el oligopolio informativo, con los grandes multimedia, para volver a imponer sus criterios: uso del micrófono sin derecho a réplica.

Los grandes multimedia, sean de izquierdas o de derechas, o estén todos amalgamados alrededor de esa especie de cosa sin nombre llamada centrismo, moderación o no se sabe qué y que expulsa de su seno a todos los "radicales" entendiendo por radial todo lo que no gusta al oligopolio. Pongámosles nombres, que siempre ayuda a un mejor entendimiento. En España, el oligopolio está formado por PRISA, Vocento, Unedisa, Planeta, Mediapro y Tele 5-Cuatro. Todo lo que no esté absorbido por estos cinco megapoderes informativos, los señores de la prensa, no existe.

Y no son paladines que se enfrentan al poder político o económico o cultural -ojalá- sino que forman parte de ese poder. Venden una presunta influencia que, curiosamente, gracias a Internet, se ha reducido mucho en la última década pero ellos siguen, los que en mundo mundanal -sí es una reiteración pero tiene su sentido- imponen lo políticamente correcto, es decir, lo correcto, es decir, la moral, que suele ser una moral de situación, cambiante según su cuenta de resultados. Los enfrentamientos internos entre los grandes señores de la información son un puro artificio. Por encima de sus aireadas diferencias les une el control oligopolístico de la información. Nunca sacarán los pies del tiesto, aun cuando el poder político cometa cualquier barbaridad. Pueden atacar al Gobierno o a la oposición, sí, pero siempre con una frontera: aquella que no rompa el 'statu quo': favores políticos a cambio de moderación frente al poder político y económico, es decir frente a sí mismos. La prensa informativa de Internet, por ejemplo, no es más que los antisistema de hoy: gente un poco chiflada o chantajistas peligrosos. Y, desde luego, antidemocráticos.

Por ejemplo, cualquier iniciativa informativa de corte cristiano -el cristianismo es la radicalidad de la verdad y de la entrega o no es cristianismo-. Conforman un oligopolio informativo y publicitario, muy útil para asfixiar económicamente a los "radicales".

De hecho, el oligopolio tiende a confundir información con comunicación. Es decir, información libre con propaganda o con publicidad. Y por supuesto tienden a confundir el tamaño con la calidad y, de paso, la gimnasia con la magnesia. Su función no es el bien común, sino la estabilidad. La estabilidad de su poderío, naturalmente. Y, sobre todo, mucho señorío: son gente muy digna estos oligopolistas.

En cualquier caso, bien por la iniciativa "Sin preguntas no hay cobertura". En efecto, si no quieren preguntas que no convoquen a los periodistas, cuya esencia consiste en eso, en preguntar. Si noticia es aquello que molesta a alguien, una rueda de prensa es aquello donde el convocante se ve en un apuro. Y si no sufre apuros, es que la prensa está controlada.

Ahora bien, me temo que la iniciativa no tendrá éxito. Doña Carme Chacón, ministra de Defensa, que es la que ha formado todo este barullo, no tendrá muchas dificultades para imponer su criterio, que podríamos resumir así: quiero micrófonos, no periodistas.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com