El Consejero Delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, explicó este miércoles la situación del sector eléctrico español. Un sector especialmente marcado por las políticas verdes de Zapatero, que subvenciona la producción de energía solar, eólica o de biomasa a pesar de que el déficit de tarifa acabará este año alrededor de los 4.000 millones de euros.
Merece la pena ver el documento de apoyo a la presentación. En ella se planteó que frente al déficit de tarifa sólo cabe reducir los gastos o aumentar los ingresos. Y en el capítulo de reducción de costes, Villaseca puso el acento en la reducción del precio de la generación, que ha descendido un 40%, pero, sobre todo, en las subvenciones que se dedican a las renovables. En la página 16 del documento puede verse que, frente al mencionado déficit de casi 4.000 millones de euros, las subvenciones a las renovables se llevan 4.722 millones de euros. Sólo la suma de la solar, la eólica y la biomasa dan un resultado de más de 3.000 millones. Eso sin sumar la cuotaparte de los 1.500 millones de euros correspondientes a las anualidades de déficits anteriores. En resumen, la energía podría ser más barata sin las subvenciones.
Desde que Zapatero llegó al poder en 2004 la llamada prima al régimen especial, las subvenciones a las renovables, ha aumentado un 170%. En Hispanidad ya les hemos contado hasta qué niveles ha llegado la sopa boba eco-progre. Es un peligro real, como advierte el consejero delegado de Gas Natural, que España se convierta en un laboratorio de la energía solar: que al olor de las subvenciones acudan de todas partes del mundo a probar placas para que de esa experiencia se beneficien otros países y, encima, alguno se lo lleve crudo. En su exposición, Villaseca reclamó que, al menos, las subvenciones no se dediquen a compensar la ineficiencia (ver páginas 19 a 22 de la presentación), sino que se inviertan en I D i para poder hacer estas energías más eficientes.