Si son ustedes de los que creen que en la vida siempre hay posibilidad de que se produzcan segundas oportunidades, no se pierdan este digno y contenido drama firmado por Gracia Querejeta

   Ángela (Maribel Verdú) y su hijo Guille (Víctor Valdivia) viajan a la gran ciudad ante la repentina enfermedad de Leo, el padre de ella. Pero cuando llegan, Leo ha muerto. Charo (la amante del fallecido) pone a Ángela al día: es la heredera de un negocio en ruina: un local donde se alinean siete mesas de billar francés que, con el paso de los años, ha perdido encanto, clientela y, sobre todo, dinero. Para Charo, la única solución ante la deuda es vender. Desgraciadamente, Ángela recibe la noticia de que su marido ha desaparecido en oscuras circunstancias, de ahí que decida  reconstruir su vida y, para ello, es necesario volver a poner en marcha  el viejo local y el negocio del billar.

   No hace falta que les comente que Gracia Querejeta es, actualmente, una de las mejores directoras de nuestro país y que se mueve como pez en el agua en el género del drama. Siete mesas de billar francés como sus películas anteriores, Héctor o Cuando vuelvas a mi lado, sitúa a los personajes principales (gente de la calle) ante disyuntivas vitales. Además, en esta ocasión, los retratados en la pantalla son seres que luchan ante la adversidad con un esfuerzo admirable.

   Si seguimos con las alabanzas: otra característica de la directora madrileña es que sabe dirigir a los actores: nadie desentona en este drama donde habitan algunos seres que no conocen ni el egoísmo ni la impaciencia (el personaje de Jesús Castejón es enternecedor). Con estas mimbres no es de extrañar que Blanca Portillo haya conseguido el premio a la mejor actriz en el reciente Festival de San Sebastián (la película también ha conseguido en este certamen el premio al mejor guión -David Planell y Gracia Querejeta-).

   Siete mesas de billar francés discurre tan plácida como correctamente, tanto que hasta acabamos aceptando de buen grado ese nexo de unión tan extraño con el que Gracia ha enlazado a los actores de este drama: ese juego de billar que, al menos para mí, me suena lejanísimo.

Para: Los que les gusten los dramas llenos de humanidad