Siempre he tenido la sensación de que incluso la gente con sentido común enloquece cuando se convierte en eurócrata. Debe ser por el influjo de la niebla bruselina, una ciudad de funcionarios que ha asfixiado el espíritu de la vieja capital de los belgas. De otra forma, no se entienden las declaraciones de Joaquín Almunia vicepresidente de la Unión Europea (en la imagen). Según él, en referencia a Chipre, naturalmente, los depositantes, accionistas y contribuyentes deben colaborar en la solución de la crisis para contribuir a "las cargas comunes".

A ver don Joaquín: los contribuyente no 'deben' colaborar: es que sencillamente no pueden sustraerse a una colaboración que es forzosa por naturaleza. Tienen que pagar los impuestos que les impone la clase política -por ejemplo usted-. Y si no lo hacen deben atenerse a la sanción correspondiente.

Los accionistas también colaboran. ¿O es que la pérdida de casi el 100 por 100 del valor de las acciones que poseen los accionistas de Bankia, por decir algo, no representa una pérdida importante para ellos

El que compra una acción es porque arriesga para obtener una mayor rentabilidad sin crear nada, simplemente dejando que pase el tiempo. Si arriesga mal pierde. Y si ustedes, los políticos, no se empeñaran en salvar bancos, es decir, a accionistas, cada palo aguantaría su vela y nadie tendría derecho a quejarse. Salvo que haya negligencia en la gestión y para eso están los tribunales.

Pero, ¿los depositantes ¿A santo de que van a pagar de su bolsillo por los errores de políticos y banqueros, sobre todo de los primeros Rubén Manso explicaba ayer en Hispanidad, con claridad meridiana, quien debe pagar los platos rotos de Chipre.

En Europa estamos bancarizados. No se puede funcionar sin dinero en los bancos para los pagos de primera necesidad. Es más, ni el Gobierno ni las empresas de servicios te permiten otra cosa que tener una cuenta o un depósito en un banco para pagarles sus impuestos y sus servicios. Si esos depósitos ofrecen rentabilidad, grave usted esa rentabilidad pero no robe los depósitos... que ya fueron gravados antes. Eso lo que se está haciendo en Chipre, lo que, desde la Argentina de principios de siglo, conocemos como corralito. Y eso, señor Almunia, se llama robar.

Otro eurócrata, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, con la campanuda chulería del eurócrata, aseguraba que la extorsión a Chipre podía repetirse en otros países. Luego rectificó pero ya se le había visto la patita.

En definitiva, lo de Chipre es un ataque, ataque bruselino, es decir, berlinés, contra la propiedad privada, que es la raíz de las libertades públicas. No me extraña que los chipriotas quieran salirse del euro. Yo también me iría.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com