La calma en los mercados europeos, ligeramente alegres a primera hora por el cierre al alza de Wall Street, se transformaba en nerviosismo ante una nueva tempestad. Los futuros estadounidenses amenazan con una nueva sesión en negativo al otro lado del Atlántico. El anuncio de Bernanke (tipos bajos y estudiar nuevas medidas de liquidez), al igual que el del BCE, sirvió como alivio momentáneo. En realidad solo se logra inflar más la burbuja.
Todos los líderes europeos anuncian la interrupción de sus vacaciones, inmerecidas en algunos casos, y Sarkozy no podía ser menos. El presidente francés anunciaba este miércoles que el déficit sigue siendo la principal prioridad al tiempo que elogiaba las medidas del BCE, que sigue comprando deuda periférica para controlar la prima de riesgo de España e Italia. ¿Hasta cuándo podrá Trichet seguir controlando las presiones sobre la deuda? ¿Qué pasará cuando el BCE deje de comprar?
Mariano Tomás
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