Zapatero rectificaba en la mañana de este lunes y pedía a Moratinos que exigiera explicaciones al gobierno marroquí por las agresiones a activistas prosaharauis españoles. Previamente, la secretaria de Relaciones Internacionales, Elena Valenciano realizaba unas bochornosas declaraciones en las que pedía comprobar los hechos y advertía que cuando se viaja hay que cumplir las leyes del país. Primero: ¿Se fía Valenciano más de la policía saharaui que de los testimonios de ciudadanos españoles? Segundo: El Sahara jurídicamente está bajo la administración española hasta que no se celebre un referéndum. Ese es el actual status quo.
Como las fotos de la agresión han sido evidentes y visualizadas por el 100% de la población, Zapatero gira y manda a Moratinos para que pida explicaciones. ¿Por qué no condena los hechos?
Pero es que además, llueve sobre mojado. El pasado 23 de agosto, de madrugada, dos ciudadanas españolas fueron agredidas por la policía marroquí: las pisotearon, las insultaron y las escupieron. ¿Su delito? Acompañar, escoltar a activistas saharauis a El Aaiun desde Argelia donde habían estado en un curso de verano.
De aquella agresión no hubo fotos. Y por eso Rubalcaba cayó cual muerto ante Mohamed VI y ante la prensa española. El desamparo es total. Las dos españolas, Enma Pomar y Pilar Fortuño, pidieron amparo al consulado de España, quien les dijo que no podían hacer nada porque estas cosas ocurren todos los días. Tampoco tuvieron suerte en la MINURSO, la misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara. Se negaron a sellar la denuncia alegando que no tenían competencias en materia de Derechos Humanos.
Y como estas cosas ocurren todos los días y casi nunca hay fotografías, España no se deja, casi pide disculpas. Y si España pide disculpas, Marruecos, lógicamente, se crece. Es el resultado de un gobierno débil.