El peso del Consejo Empresarial para la Competitividad es cada vez mayor.
En medio de las negociaciones para el alcanzar un acuerdo sobre la negociación colectiva, lo que menos esperaba el presidente de la CEOE, Juan Rosell, era que fueran los mismos miembros de la patronal quienes le echaran atrás el preacuerdo que tenía con los sindicatos.
De esta manera, el papel del presidente de la patronal, y de la patronal misma, va perdiendo peso como agente social y la importancia que adquiere el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) es cada vez mayor. Y es que el preacuerdo que había alcanzado Juan Rosell ha sido considerado, como "hueco", "música buena, pero sin letra" e incluso se ha llegado a decir que "sí así va a ser el pacto con los sindicatos, es preferible que el Gobierno legisle". En cambio, los empresarios estarían más de acuerdo con el documento que presentó al Gobierno el CEC, mucho más duro -y mejor para los empresarios-, en el que defendía el despido subjetivo u que en la negociación colectiva se pretende la supresión de la ultraactividad y del descuelgue salarial.
De esta manera, el CEC, encabezado por Alierta, Botín y Fainé, van tomando preponderancia a la hora de dialogar con el Gobierno, como representantes de los empresarios, mientras la CEOE, se descuelga.
Juan María Piñero
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