- El nuevo presidente de Vocento se estrena con una dura información contra los poderes económicos.
- Las columnas de la civilización se desmoronan: ni tan siquiera se salva su jefe en el Santander, Emilio Botín, a cuenta de Valores Santander.
- Echenique entra en los contenidos, relega a Luis Enríquez y pone al director, Bieito Rubido, otra vez, en el disparadero.
- Por otra parte, rechaza la fusión de Vocento y Unidad Editorial.
- Y los italianos de Rizzoli continúan cabreados: echaron a Pedro J. Ramírez pero el CEC no compra El Mundo.
Rodrigo Echenique (en la imagen), hoy consejero del Santander, antaño consejero delegado, y siempre hombre de confianza de la familia Botín no quiere que su Presidencia del grupo editorial Vocento pase inadvertida. Eso sí que no. A un consejero del grupo le espetó la siguiente frase que ha corrido por todo el entramado Vocento: "No quiere un ABC respetado, quiero un ABC temido".
Y ¡ay!, las columnas de la civilización se desmoronan: ni su patrón eterno, Emilio Botín, se libró de un varapalo del ABC a cuenta de Valores Santander, otro modo de preferentes o producto de riesgo comercializado como si fuera poco menos que un depósito a plazo fijo. Lo dicho, mejor temido que respetado. Caña a los poderes económicos, que se hable de nosotros aunque sea bien.
Echenique entra en los contenidos de Vocento, arrincona al Ceo Luis Enríquez, hasta ahora sin oposición, y ha colocado, de nuevo, en el disparadero, a un director, Bieito Rubido, al que considera demasiado próximo al Gobierno y a los poderes económicos.
Eso sí, Echenique no acaba de ver la operación que vende otro accionista caracterizado del Grupo, Jaime Castellanos, quien pretende la fusión entre ABC y El Mundo, entre Vocento y Unidad Editorial.
Ahora, quien pretende la fusión es El Mundo; los italianos de Rizzoli que continúan reclamando a los hombres del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) -la nueva patronal- que cumplan el reto: ellos echaban a Pedro J. Ramírez y el CEC financiaba la compra de El Mundo por Planeta y su fusión con La Razón. Una vez que echaron al periodista, Santander, Caixabank, BBVA y Telefónica se han olvidado de su parte del trato. Entre otras cosas porque los italianos pedían 400 millones de euros por un grupo en pérdidas de explotación.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com