Como una demostración de fuerza. Eso es lo que parece vislumbrarse del encuentro que este miércoles van a tener Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, jefes de Gobierno de las locomotoras europeas, antes de la reunión de todos los cabezas de Gobierno de los países del eurogrupo.
Pese a las apretadas agendas de ambos, en especial la canciller alemana que no pudo reunirse de urgencia la semana pasada en Bruselas, una simple llamada telefónica entre ambos presidentes ha servido para concertar la cita de este jueves. El tema está claro: buscar soluciones a la crisis griega. Eso sí, soluciones en las que sus ideas sean las que salgan adelante y de las que sus países salgan beneficiados. Mientras el presidente del Gobierno español llamaba la atención a la canciller alemana la semana pasada, no mereciendo ni siquiera una respuesta por parte de ella, el presidente francés ha quedado con ella para buscar soluciones al problema. Esto lo que muestra, una vez más, es quién manda en la Unión Europea y qué países son los que tiran del carro.
Sin embargo, pese a los pasos dados, nada parece presagiar algún tipo de acuerdo entre los países de la zona euro, o que la solución dada sea definitiva. Habrá que esperar a la reunión extraordinaria del jueves para saber más, aunque las reacciones de los mercados nos puede dar una pista.
Juan María Piñero
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