• El Ebitda del grupo Berlusconi aumenta casi un 70%, hasta los 96,8 millones de euros.
  • Miren si la telebasura es rentable en nuestro país que hasta el área Editorial del grupo presenta buena salud.
  • La evolución de los costes desde el año 2010 refleja una importante reducción de costes operativos.
  • Llama la atención la presencia de un pasivo total libre de deudas (205,7 millones de euros), un aumento de más 120 millones.
  • Y, por supuesto, se da una evolución positiva de la audiencia, con cuotas de pantalla en el conjunto de sus canales del 32,7%, 2,4 puntos más que en 2013.

Según Telecinco-Cuatro y Antena 3 TV-La Sexta (el Duoplio que controla la televisión en España) el cierre de canales decidido por el Gobierno les iba a hundir en la misería. Una medida injusta, con la que el Ejecutivo reducía el pluralismo. El pluralismo no sabemos, pero lo cierto es que tanto Mediaset como Atresmedia se están forrando.

Desde que en el año 2009 se reconsideró el sistema de financiación de la televisión pública, con la eliminación de la publicidad y la imposición del cobro de tasas a las cadenas privadas y a las operadoras de telecomunicaciones, el ente público se ha convertido en un caballo desbocado. Tener la oportunidad de leer que sólo RTVE ha perdido en los últimos cinco años al menos 700 millones de euros y que el grupo estatal engloba a más de 6.400 empleados, sin considerar las cadenas autonómicas, no hacen sino cuestionarnos la verdadera utilidad social de tener un medio de comunicación público, más aún cuando tenemos la oportunidad de analizar los resultados de Atresmedia, tal y como hicimos la pasada semana, o de Mediaset este jueves.

Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero en este caso nos refuerza en la idea de que el sector público no tiene ni idea de gestionar un medio de comunicación, más aún cuando podemos ver que la utilidad social en términos de audiencia de algunos canales es totalmente simbólica y, por tanto, inútil socialmente, única excusa para mantenerlos en abierto.

Los resultados de Mediaset España de los nueve primeros meses evidencian una salud lozana. Su EBITDA, en comparación con 2013, aumenta casi un 70%, hasta una cifra igual a 96,8 millones de euros, lo que supone un margen sobre los ingresos netos del grupo del 14,7%. Su EBIT ha crecido un 85,4%. Los ingresos, en comparación con el mismo periodo del año anterior, han crecido un 12,7% hasta cifras iguales a los 658 millones de euros, donde destaca un interesante comportamiento de los ingresos netos de publicidad, posible indicador de algunas sólidas raíces de recuperación económica, al menos para algunos.

Hasta el área Editorial de Mediaset España experimenta buena salud, la cual se acompaña de la evolución positiva de Telecinco Cinema. La buena tendencia de los ingresos contrasta con un control de costes interesante, con un incremento sólo del 6,6%, lo que justifica la evolución positiva de los diferentes márgenes operativos. La evolución de los costes desde el año 2010 refleja una importante reducción de costes operativos, pasando de 710,65 millones a los 567,99 de los nueve primeros meses de 2014.

Esta evolución, deriva en un beneficio neto de 25,2 millones de euros, casi un 14% más. Destaca en esta evolución el importante incremento del consumo de derechos, en más de un 32%, con un control de los costes operativos, reduciéndose en un 1%.

De su balance llama la atención la presencia de un pasivo total libre de deudas, con un posición neta final de 205,7 millones de euros, un aumento de más 120 millones, con un free cash flow generado de 92,7 millones.

Estos datos financieros se acompañan de la evolución positiva de la audiencia, con cuotas de pantalla en el conjunto de sus canales del 32,7%, 2,4 puntos más que en el mismo periodo del año anterior, lo que hace de sus canales una vía interesante para el crecimiento de la publicidad en el corto plazo. Además, el 93% de las horas de emisión de Telecinco se asignó a producción propia y un 7% a la producción externa, consolidando a nivel global de Mediaset de emplear el 50% de sus horas de emisión a la producción realizada desde la casa.

Por tanto, y si quisiéramos buscar una carta de ajuste en Mediaset, sólo podemos confirmar una adecuada evolución de su actividad y, por tanto, sus canales se encuentran perfectamente sintonizados. Con estos datos, ciertamente, aún nos criticarán por no poder valorar positivamente la necesidad de tener un canal público. Cierto es que RTVE no tiene publicidad y, por tanto, adolece de una importante fuente de ingresos, pero cierto es también que a Juan Ramón Rallo ya no le invitan a RTVE. A nosotros seguramente tampoco, como tampoco al consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com