Sr. Director:
Acaba de ejecutarse el primer paso para la aprobación del matrimonio entre homosexuales, con idénticos derechos que los matrimonios heterosexuales (adopción). Se quiere hacer coincidir su definitiva aprobación con la celebración del día del orgullo gay, antes del verano (celebración de la que más de un homosexual se avergüenza, dicho sea de paso).
Doña Celia Villalobos, diputada del PP ha votado en contra. Ningún dirigente significativo del PP ha dicho nada...ni lo dirá. Pero no ha dicho nada respecto de este voto "distorsionante", ni sobre esta ley, que es muchísimo más importante que la casi totalidad de las demás leyes que se discuten en el Parlamento. Son incapaces de verlo, de reconocerlo. El Sr. Rajoy, Acebes, Michavila y compañía, como sólo buscan el rédito político del momento, no son capaces de recapacitar del torpedo que acaba de ser mandado contra la línea de flotación de nuestra actual sociedad y los valores que la sustentan.
Con gran pesar me encuentro con que tampoco he oído esta semana -que es justo la importante, pues es cuando se ha votado esta nefanda ley- ninguna voz autorizada de la Iglesia Católica española oponiéndose al atropello del jueves por la mañana. No me basta saber que existen variados documentos emitidos por la Conferencia Episcopal dejando clara la postura al respecto. No me basta con saber que hay innumerables homilías, proclamaciones, cartas, etc. de los prelados españoles dejando clara su postura. No, lo siento, pero como oveja del rebaño, pido, exijo, que como pastores hablen, digan lo que piensan, sin miedo, abiertamente.
No cabe duda de que serán tachados de cavernícolas, retrógrados, etc., ya, ...pero ¿desde cuándo la defensa de los valores ha de estar sujeta al impacto en los medios de comunicación? Millones de mártires -los que han dejado su vida por defender la fe- nos deben de estar mirando perplejos, asombrados, ... viendo cómo no se "arriesga" la fama, el empleo, el puesto ... estando calladitos, esperando a que pase el momento, evitando que les pregunten.
No se trata de provocar enfrentamientos en el plano físico, sí en el intelectual, en los medios, en las cátedras, en los colegios. Se trata de saber defender con firmeza, con claridad, unas ideas, un concepto de sociedad, sustentado en la familia. No sé si habrán caído, pero dado que el ordenamiento jurídico español acaba de regular, por ley, el matrimonio entre personas del mismo sexo ¿Qué pasará cuando desde un púlpito, una cátedra de instituto, de colegio, etc. ... se diga que es una "aberración", un "disparate", algo "contra natura" tener este tipo de relaciones y más aún llamarles matrimonio? ¿Acaso no será una injuria -art. 208 Código Penal? ¿Se permitirá discriminar por razón de "matrimonio" a los hijos de parejas homosexuales? ¿Querrá Vd. que sus hijos, sus hijas, sean educados en colegios donde sus compañeros de clase tengan como padres a parejas homosexuales y que por tanto sus amistades -y a las casas a las que irán- sena del citado entorno? ¿Es justo discriminar a los niños y niñas que van a tener que sufrir ser educados -por decir algo- por tales personas que practican un sexo aberrante, antinatural?...y aquí nadie dice nada.
Rafael Llorente