Repsol se enfrenta a una posible OPA

Lo ha intentado con árabes, con chinos, con indios, con italianos. Al final, lo ha conseguido con quien ya estaba dentro. Acuciado por las deudas, el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, ha conseguido asociarse con la petrolera estatal Pemex, accionista histórico de Repsol, que se ha comprometido a comprar un 5% del capital (unos 1.300 millones de euros). De esta forma, el dúo Sacyr-Pemex se hace con el 29,8% de la petrolera, es decir, en la frontera misma de lanzar una OPA en condiciones de igualdad para todos los accionistas.

Y de inmediato, Luis del Rivero ha visto como el Banco Santander, que preside Emilio Botín, le ha asegurado que refinanciará el crédito de 5.000 millones de euros con los que compró Repsol. La cotización de Repsol subió porque ya hay comprador comprometido, pero mucho más del doble que Repsol subió a la propia Sacyr, una empresa apalancada que levanta así la cabeza.

Naturalmente, Luis del Rivero ya ha exigido un consejero delegado.

Y la verdad es que Sacyr se ha buscado un socio conflictivo, sumida en una crisis que no parece tener fin. A saber:

1-. Están agotando todos los yacimientos de petróleo que tienen, y encima el Gobierno mexicano subvenciona la gasolina que consumen sus ciudadanos.

2-. Toda la red de infraestructuras de Pemex en México está 'pitateada', con lo que "las llamadas fugas" constituyen el deporte nacional.

3-. Pemex importa prácticamente todo el consumo interno de gas licuado siendo excedente en gas natural por un importe de 2.500 millones de euros.

4-. En un año electoral el acuerdo de Pemex ha sentado muy mal a la oposición al presidente Calderón.

5-. Repsol es dueña (30%) de Gas Natural Fenosa, cuyo principal accionista de control es La Caixa (37%), con lo que no se entiende la alianza, dado que Pemex bloquea el crecimiento de GNF en México.

Pese a todo, La Caixa, que siempre ha dicho que no vendería Repsol, no se atreve a enfrentarse a la alianza Sacyr-Pemex y guarda silencio.

Demos un paso más. Está claro que Del Rivero quiere ser presidente de Repsol con un consejero delegado, sea de Pemex o de quien sea. Y es que en el propio comunicado de sindicación ya abre las puertas a una posible OPA de un tercero. La italiana estatal ENI es la favorita de Del Rivero, asesorado por Borja Prado, presidente de Endesa y representante del poder político y económico en España. Con ello, se deslocalizaría la segunda industria española (después de Iberdrola). Claro que también podría ser el número uno mundial, la norteamericana Exxon, a quien José María Aznar, que hoy trabaja para Endesa, ya fue a buscar para que opara Repsol, o la francesa Total, que ya no tiene problema de abuso de mercado en España, tras venderle CEPSA a IPIC.

Y mientras está en juego que España pierda una compañía estratégica, el Gobierno español no abre la boca para defender la españolidad de Repsol, una de las razones por las que La Caixa no se atreve a plantear batalla a Sacyr y evitar que se produzca un nuevo caso Endesa.

El presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, tampoco habla, entre otras cosas porque atraviesa un mal momento personal tras la muerte de una hermana. Y tampoco habla el principal partido de la oposición, el Partido Popular. El caso del ministro de Industria, Miguel Sebastián, resulta aún más grave por cuanto todo el mundo sabe de sus buenas relaciones con Luis del Rivero, a quien en su día lanzó contra Francisco González por la Presidencia del BBVA.

Pues bien, lo único que ha dicho Sebastián es que el Gobierno quiere mantener la españolidad de Repsol: lo mismo que dijeron cuando los Entrecanales entraron en Endesa… para acabar cediéndolo a los italianos de ENEL.

Eulogio López