Eso sí, los rusos cambiarán las condiciones dependiendo de si se les permite comprar el 12, el 15 o el 20% de la petrolera. Ojo: Orden a La Caixa para que se quede fuera del acuerdo. Tras la fusión GN-Fenosa, Brufau no renuncia a una fusión con la resultante.

La Zarzuela (SAR Felipe de Borbón incluido) y Moncloa (Bernardino León) trabajan para Moscú. La pregunta es: ¿a cambio de qué?
Con el halo de fatalismo que parece haberse adueñado de las empresas españolas, cada día está más cerca la entrada de la rusa Lukoil en el capital de Repsol, algo que no se le ha permitido en ningún país de Europa Occidental.

Porque lo cierto es que el acuerdo entre los bancos acreedores de la constructora Sacyr y los rusos de Lukoil es casi un hecho. Ya se han puesto de acuerdo sobre el precio, 26,7 euros por acción, apenas una décima por encima del precio medio que pagará la constructora que preside Luis del Rivero por su participación. La razón aducida por las fuentes de Hispanidad es muy patriótica: sólo Lukoil paga 26,7 euros por título cuando en el mercado cotizan a 14,9, y eso tras el subidón del lunes. Ni los fondos soberanos árabes están dispuestos a pagar ese sobreprecio.

Eso sí, los rusos, además de exigir financiación, condicionan la decisión final al porcentaje que se les venda. Ellos deseaban el 30%, pero, y esta la noticia más relevante, el Gobierno exige a La Caixa -y a Caixa Catalunya- que no venda el pretendido 9,9%, según reconocen fuentes del entorno Caixa. Es decir, que estaríamos en un 20%.

No sólo eso. El Gobierno también pretende, la igual que la Zarzuela, y dado el clamor popular que se ha elevado contra la entrada de una empresa ligada a mafiosos y controlada por el Kremlin sin necesidad de poseer una sola acción, se preferiría que Lukoil comprara entre un 12 y un 15%. Un 12% es el mínimo que necesita Sacyr para superar la asfixia de la deuda.

Por ejemplo, Sacyr podría quedarse con entre un 5 y un 8% del capital, pero los rusos, entones, se negarían a ofrecer 26,7 euros. Ahí anda encallada la negociación. Ellos quieren el 20% mínimo y los mismos representantes de Sacyr: un vicepresidente y dos consejeros. Ahí ha encallado la negociación.

Lo más sorprendente es que La Zarzuela, como ya hemos informado, apoya a los rusos, incluido SAR el príncipe heredero, Felipe de Borbón, quien, por primera vez, entra en entorno de intereses económicos de la Jefatura del Estado. Además, el todopoderoso Bernardino León, el hombre hoy más cercano a ZP, insiste en que Sacyr no puede quebrar o se producirán quiebras en cadena de las endeudadísimas constructoras españolas. La pregunta es: ¿a cambio de qué apoyan Zarzuela y Moncloa a Lukoil?

En el entretanto, a Antonio Brufau, presidente de Repsol, no se le ha permitido su plan de fusionar Repsol con Gas Natural (y con Unión Fenosa). Eso sí aseguraría la españolidad de Repsol y diluiría la participación rusa. Pero no significa que Brufau haya renunciado a ello. Es más, una vez solucionado el asunto Sacyr, Brufau volverá a intentar la gran operación.