El vice primer ministro británico, Nick Clegg, aseguró este viernes que su Gobierno apoyará incondicionalmente a la eurozona. Sin embargo, Reino Unido prefiere centrarse en salir de la crisis y no tiene previsto su acceso en los próximos cinco años, tal y como afirmó Clegg en un desayuno organizado por Nueva Economía Forum. El 22 de junio el Gobierno que encabeza David Cameron anunciará un plan completo para reducir el mayor déficit del país desde la II Guerra Mundial.
Clegg, de paso por España por el nombramiento de su esposa como consejera de Acciona, aprovechó su visita para cenar en Moncloa y charlar con Zapatero del plan de recorte español frente a la crisis. Un Zapatero que, cuando la crisis arrecia y España está pendiente de la reforma laboral, se había puesto el traje de líder del mundo mundial para entrevistarse primero con S.S. Benedicto XVI y después con Berlusconi. Lo más sorprendente es que en su posterior entrevista con Nick Clegg, Zapatero se permitió el lujo de aconsejar al británico sobre política económica. El hombre que aprendió economía en dos tardes sugirió que Reino Unido debe aprobar los ajustes en bloque. ¿Qué idea se habrá llevado Clegg tras escuchar al presidente de una de las economías más machacadas de Europa darle consejos? En sus declaraciones, Clegg se manifestó extrañado por la tranquilidad con que Zapatero afronta la crisis. Quizás quiso hacerle un cumplido.
Zapatero y Clegg no hablaron de Gibraltar, un tema en el que el Gobierno español ha claudicado hace tiempo. Sin embargo, en el desayuno de este viernes Clegg advirtió que su Gobierno no impulsará ningún cambio de estatus jurídico de Gibraltar sin el acuerdo de sus habitantes. El viceprimer ministro remitió al foro trilateral, a ese dos contra uno que el Gobierno español permitió en su día que se constituyera.
La misma política colonial es la que mantiene el Ejecutivo británico con respecto a las Islas Malvinas: no se va a llegar a ningún compromiso que implique modificar los derechos de los ciudadanos de las Malvinas, que quieren seguir siendo británicos.