En 2050, la Tierra habrá alcanzado los 9.000 millones de habitantes, según las actuales perspectivas.
Esto exigirá un importante aumento de la productividad de los cultivos, por lo que los eurodiputados exigen desarrollar nuevas variedades de semillas, capaces de resistir más precipitaciones, sequías o enfermedades. Por ello la Eurocámara votó una resolución sobre el cultivo selectivo de plantas, que pretende dar respuesta al crecimiento de la población.
El texto también propone investigar los cultivos perennes o multianuales. En este sentido, plantea la necesidad de emplear fondos del programa Horizonte 2020 para subvencionar el desarrollo de nuevas técnicas innovadoras de selección de plantas. Precisamente, este tipo de investigación requiere un apoyo a largo plazo, dado que los proyectos tienen una duración media de 10 años.
Por otra parte, los eurodiputados piden que esta actividad se centre concretamente en las necesidades de la Unión, incluyendo las plantas, cereales o frutas apropiadas para las condiciones locales o regionales del continente.
El documento considera que la industria fitomejoradora tiene un papel fundamental a la hora de incrementar la productividad, la diversidad, la salud y la calidad de la agricultura, la horticultura, la producción de comida y el medio ambiente. Es, al mismo tiempo, muy extraño que estos mismos eurodiputados rechacen los productos obtenidos por biotecnología. No obstante, es muy bueno que los eurodiputados empiecen a darse cuenta de los problemas que se van a crear si Europa no cambia de política agrícola.
Domingo Martínez Madrid