- En Caja Madrid aseguran que hay motivos para demandar al Banco de España y al FROB.
- Bankia se enroca: la reforma bancaria que pretende Rajoy supone un agravio comparativo respecto a otras entidades "ayudadas".
- Guindos no cede pero a FG le han dado un nuevo toque: que absorba Bankia.
- La fusión con Caixa, la que más ayudas públicas precisaría.
El cabreo de Rato es de los que hacen época. A dos días de que se apruebe la reforma bancaria el presidente de Bankia se teme lo peor: la igualdad de los desiguales. Es decir, de los que fueron a por el FROB I (7,75% de interés) frente al FROB II y los bancos nacionalizados.
Si Mariano Rajoy insiste en una reforma sin ayudas públicas y sin dejar caer ninguna entidad, el más afectado sería Bankia. En ese caso, Rodrigo Rato baraja la posibilidad de soltar el órdago: devolver Bancaja, verdadero saco de pérdidas del conglomerado de siete cajas de ahorros fusionadas, y con la carrera inmobiliaria de España, algunos dicen que peor aún que la de la CAM.
Lo que no va a aceptar don Rodrigo es el troceo que algunos pretenden. Quiere igualdad de condiciones entre todos los ya ayudados y quiere una solución para el problema inmobiliario. Además, no acepta malvender su poderoso grupo industrial -ahora mismo será malvenderlo- con el sólo objetivo de cubrir las necesidad de capital que exige la agencia bancaria europea y las provisiones que exigirá la Reforma de Luis de Guindos.
Ahora bien, deshacer Bankia devolviendo Bancaja al FROB -realmente nunca ha estado en el FROB- no es moco de pavo. Para ello, debe aceptarlo el Banco de España, y el gobernador Fernández Ordóñez, quien ciertamente no ha podido hacerlo peor, previa presión. En definitiva, previa amenaza de demandarle por información engañosa: el Banco de España proporciona, aseguran en Caja Madrid, una información sobre Bancaja que tenía poco que ver con la realidad.
Puede ser el esquema de un cabreo, pero conviene tenerlo en cuneta, porque refleja el estado de ánimo de Rodrigo Rato, el fusionador de nada menos que siete entidades de ahorro.
En cualquier caso, lo que no aceptará Bankia es que, tras pagar los créditos al FROB mientras otras eran nacionalizadas -pero con gestión privadas- o recibían ayudas ingentes como la CAM, ahora Rajoy insista en una reforma sin ayudas públicas y sin cierre de entidades. De la misma forma, Rato se niega a aceptar el troceo de Bankia entre Santander, BBVA y Caixa.
En definitiva, Bankia se ha enrocado. Ya no se producen conversaciones con Caixa y, en el entretanto, el Gobierno se ha dirigido, una vez más, a Francisco González, el hombre del BBVA, una fusión más lógica. Ahora bien, FG sigue en plan montaraz. Asegura que no le interesa ninguna entidad y Bankia menos que ninguna. Además, el BBVA también tiene sus problemas.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com