El presidente de Caja Madrid sorprendió a propios y extraños cuando dijo sentirse bien tras la fusión con Bancaja y otras cinco entidades y haber conseguido la cabecera del sector, para asegurar a renglón seguido que La Caixa no se iba a quedar quieta.
En otras palabras: el ex vicepresidente preludia que La Caixa dará un paso al frente, se supone que absorbiendo a las cajas que quedan, entre las importantes, sólo una: Ibercaja.
Por lo demás, Rato y su socio, el valenciano José Luis Olivas, se aplicarán a reducir plantilla y oficinas para apuntalar su rentabilidad.
Asegura don Rodrigo que Basilea II corre el riesgo de crear una supervisión global, lo cual sería un gran error.
Respecto a las reformas económicas, un consejo para el Gobierno: lo mejor es poner en marcha todo el paquete de reformas de un plumazo, a lo bestia.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com