El Gobierno egipcio, cada vez más trufado de fundamentalismo islámico, ha decidido matar los cerdos para evitar la peste porcina. Los cerdos no tienen ninguna culpa del asunto, animalicos, pero es que la Administración Mubarak no trata de fastidiar a los cerdos sino a la minoría cristiana copta, que es la que cría esos sabrosos y muy aprovechables animalitos. En otras palabras, Mubarak aprovecha la gripe porcina (podía llamarse norteamericana, como la gripe española de 1915) para destrozar la ya muy destrozada economía de las familias coptas, cada vez más perseguida por la mayoría musulmana. Y el mundo mirando hacia otro lado.
Pero ésta no es la única rareza de la actual crisis porcina, En Internet -donde circula la mejor y información y la peor, las conspiraciones más absurdas y las verdades mejor guardadas- desconfía de la gripe porcina, de la rapidez con la que se ha extendido -la información y la alarma sobre sus consecuencias crece más deprisa que el virus- y el momento en el que ha surgido, con todos los poderosos del mundo apoyando a los especuladores que han provocado la crisis y exigiendo austeridad y más austeridad, y con unas poderosas multinacionales farmacéuticas en búsqueda de nuevos mercados todo es posible. Aconsejemos la lectura del informe de la prestigiosa página mexicana Yo Influyo. La sorprendente venta de retrovirales con el aval de los gobiernos, incide en la sospecha.
Mientras tanto, como asegura otra página WEB (Navarra Confidencial), la gripe porcina durará mientras sea portada de los telediarios.