Por el momento, nadie quiere abrir una investigación sobre el cobro de comisiones en los fichajes de futbolistas
La llegada de Ramón Calderón a la Presidencia del Real Madrid ha terminado por desquiciar el mundo del fútbol, al ofrecer 90 millones de euros por el brasileño Kaká (por 30 ha comprado al brasileño Képler Laveran Lima Ferreira, Pepe). El asunto preocupa en el Parlamento, aunque nadie quiere levantar las alfombras, Preocupa porque no hay economía de empresa que soporte estos fichajes, ni mercadotecnia que los rentabilice, y porque, además, nadie quiere entrar en el asunto más espinoso de todos: las presuntas comisiones que algunos directivos se estarían llevando de los fichajes. No olvidemos que una sociedad como el Real Madrid o el Barça no tiene controles externos.
Tanto para el PSOE como para el PP, esto sería como destapar un avispero, porque está claro que el fútbol mueve a millones de apasionados, y que la gente disfruta con los triunfos de su equipo, no con las investigaciones sobre sus estados contables.
Por otra parte, no conviene olvidar que en el caso del Real Madrid el rosario judicial no ha terminado, es cierto que el titular del juzgado 47 de Madrid se negó a recontar el voto por correo, por lo que Calderón es ya presidente a todos los efectos. Ahora bien, no conviene olvidar la causa penal que el propio Calderón incoó en su defensa, acerca del presunto delito de quien hubiera falsificado votos por correo, en el jugado 25 de la capital. Como querella que es ya no tiene marcha atrás, por lo que cualquier podría toparse con problemas… incluido el propio querellante.
Una querella que no va a cambiar las elecciones, pero que puede dar con cualquiera de los antiguos candidatos, también el hoy presidente, en la cárcel.