- La pregunta de los mercados financieros. ¿Va a dimitir Rajoy Sólo si se rompe el partido.
- No obstante, a los miembros del CEC les aseguró que nada va a cambiar y que no piensa dimitir.
- Y es que el aznarismo, ex ministros, barones regionales en caída libre, e incluso ministros del Rajoy no dudan en criticar al líder por no hacer 'limpieza' en el partido.
- Sorprende la tardanza de Aznar en defender a su jefe, máxime cuando presidía el partido durante el periodo de autos.
La pregunta de moda entre los operadores financieros es esta: ¿Va a dimitir Mariano Rajoy por el caso Bárcenas ¿Va a convocar elecciones La respuesta es: ni lo uno ni lo otro. Aguantarán lo que en Moncloa califican como el ataque de Pedro J. Ramirez, al que, miren por dónde, unen a José María Aznar.
A Rajoy no le preocupan las mociones de censura ni el poder expansivo de El Mundo. Lo que le ocupa no es Ramírez sino Aznar. No le preocupan los ataques externos ni las mociones de censura ni tampoco el caso Bárcenas como tal. Lo que le preocupa es que se le rompa el partido. Eso sí podría obligarle a dimitir. Y lo que preocupa a los mercados, siempre tan preocupados por la justicia social, es que haya cambios de gobiernos, o todavía peor, que se convoquen elecciones. La sanidad moral de las formaciones políticas sólo les preocupa en el interregno de cerrar una cuenta de resultados y abrir las del ejercicio siguiente. Es decir, nunca.
No es ningún secreto que barones regionales venidos a menos, ex ministros de Aznar, e incluso ministro del propio Rajoy, como el titular de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, animan la sustitución de Rajoy. Vía Aznar pero también por la vía ya expuesta en Hispanidad: Soraya Sáenz de Santamaría, presidenta, con un vicepresidente político, Gallardón y un vicepresidente económico, su amigo Josep Piqué.
En este sentido, no es ningún secreto que cuando los gestores y banqueros del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), acudieron a Moncloa el pasado martes se reunieron previamente en Telefónica. Y el espectáculo no resultaba muy animoso. Como a los especuladores de los mercados, a los grandes empresarios no les hacen mucha gracia los cambios. Y eso que tienen entre ceja y ceja al ministro Montoro, que les acaba de subir el impuesto de sociedades por la vía de reducción de desgravaciones.
Pero se animaron cuando Rajoy les explicó que no tenía la menor intención de dimitir ni de convocar elecciones. Eso sí, se le escapó un suspiro cuando advirtió que lo más triste es que 'el acoso' hacia su persona viniera "desde dentro". Es decir, desde dentro del PP, no desde dentro del país.
Podemos colegir que se refería a su ex tesorero, pero la mayoría de los presentes pensó que también se refería a otros miembros de su partido.
Lógico, porque en Génova llama la atención que la acusación de Bárcenas y Pedro J. Ramírez consiste en que el PP se ha financiado irregularmente durante veinte años. Casi la mitad de esa etapa de presunta financiación irregular tuvo a José María Aznar como presidente. Pero Aznar está fuera de toda sospecha... según Bárcenas y El Mundo.
Y en cualquier caso, todo esto no ocurriría si Mariano Rajoy diera una explicación sobre aquello que le acusan. Lo lógico es que tenga que darla, porque no se lo pide el presidiario ni el periodista: se lo están pidiendo muchos de sus compañeros de partido.
Eulogio Lópezeulogio@hispanidad.com