Los discursos del candidato a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, son temáticos. El miércoles 18 le tocó el turno a la cultura, que vaya usted a saber qué es eso. Y, de repente, a don Mariano le dio por lanzar una cruzada contra la piratería, justo en el momento en que el lobby de los grandes editores, Gedeprensa, se pavonea de acabar con todas las empresas de seguimiento de prensa, el llamado 'clipping'.
Si de industria cultural hablamos, mejor haría el candidato del PP a la Presidencia en preocuparse en mejorar los monopolios informativos que contra la llamada piratería.
Los magnates de la prensa que han creado Gedeprensa, una empresa en la que están el Grupo Prisa, Vocento, el Grupo Recoletos, Unedisa y el Grupo Godó, pretenden que todas las empresas de resúmenes de prensa les paguen un canon por la utilización de material de sus diarios. Dicho de otra forma, lo que quieren es crear una nueva sociedad general de autores, que se ha mostrado uno de los mejores "sacaperras" del mundo actual.
Por cierto, Rajoy se dejó fotografiar con Ramoncín, un cantante que escenifica con su propia trayectoria toda la falsa batalla por los derechos de autor. En sus orígenes, el rojeras Ramoncín clamaba contra los derechos de autor y los intereses de las grandes multinacionales. Pero ahora ha descubierto lo útil que puede resultar una sociedad general de autores que, como todas las sociedades del gremio, operan sin control alguno y, por lo tanto, reparte los derechos de autor como le viene en gana. Y Ramoncín es uno de los mejor tratados por la SGAE.
En el momento presente, el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) analiza la reclamación de Gedeprensa. Posteriormente, y esta es la parte más importante, el Gobierno modificará la Ley de Propiedad Intelectual y en ella quedará claro si se respetan o no los derechos de autor.
Pues bien, aunque los grandes editores hacen lobby a través de sus periódicos y anuncian que el TDC fallará el próximo lunes 23, lo cierto es que el asunto va más despacio. La verdad es que el prestigio del TDC anda por los suelos y es muy probable que, tras la oportunísima intervención de Mariano Rajoy le otorgue razón a Gedeprensa. Pero aún es más grave que el candidato a la Moncloa prefigure la futura Ley de Propiedad Intelectual. No es para menos, dado que los augures políticos anuncian que los defensores de Gedeprensa, especialmente la gente de Pilar de Castillo en el Ministerio de Cultura, continuarán en el Gabinete, mientras que los detractores, especialmente el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timermans, abandonarán la Administración.
A fin de cuentas, en el TDC no cree nadie... y en la Administración tampoco.