El artículo de Hispanidad sobre la OPA de E.ON y la España cainita, la que prefiere un alemán a un catalán, ha provocado bastante reacciones de nuestros lectores a la contra. Las más sensatas se adhieren al recordatorio de que la oferta de Gas Natural era mínima comparada con la de E.ON. Y que no se trata de cainismo ni de anticatalanismo sino de racanería por parte de Gas.
Lo cual es correcto. Le pese o no al entorno Caixa, y así lo hemos repetido en Hispanidad desde el mismísimo 5 de septiembre de 2006, la OPA de Gas Natural era paupérrima y, lo que es peor, conllevaba el troceo de Endesa. Con esa OPA no forjábamos campeones nacionales: hacíamos más grande a Iberdrola. Muy cierto.
Ahora bien, opiniones no tan sensatas, y que componían una holgada mayoría, aludían a los catalanes en términos que no le gustaría escuchar a la madre de los catalanes, si tal figura existiera. Sí, el redactor acertó al hablar de la España cainita y de que espíritu de oposición, primero a la OPA de Gas Natural, y luego, ya por empecinamiento, a la andanada de los Entrecanales, no tenían que ver con la sensatez y sí con el cainismo. A E.ON le han salido inesperados aliados allí done menos podía esperarlo : en el patriotismo español.
Por eso, digo que me gustaría tener como presidenta de España a Angela Merkel. Una mujer que no me resulta especialmente simpática pero que nada tiene de cainita. Un detalle. El Gobierno alemán le ha dado un soplamocos a E.ON: es vergonzoso lo que pagan los ciudadanos alemanes los particulares, no las empresas- por el suministro eléctrico y el Gobierno de Berlín ha decidido meter mano en el asunto. Resultado : el beneficio de E.ON se ha derrumbado (me refiero a los resultados del tercer trimestre).
Ahora bien, como los trapos sucios se lavan en casa, la misma Merkel que llama al orden a E.ON se convierte en su gran defensora frente al Gobierno español y presiona a Brusela como sólo sabe presionar un alemán: a lo bestia, hasta convertir a Madrid en el paradigma del proteccionismo y el anti-europeísmo de la Unión, perseguido por la Comisión como ningún otro Estado lo había sido, en materia de competencia, desde que se fundó la Comunidad.
Yo quiero una Merkel, capaz de pasar por encima de las diferencias entre la democracia cristina y la socialdemocracia, capaz de arremeter contra E.ON cuando se trata de defender a los ciudadanos alemanes y de arremetere contra España cuando se trata de defender a E.ON en el exterior.
La tragedia de España es siempre la misma desde hace un siglo : el extranjero se aprovecha del enfrentamiento entre españoles. Llevamos siglos con la misma historia.
Eulogio López