Sr. Director:
Esto da esperanzas al Gobierno saliente, pero aunque Livni pueda contar con los laboristas de Ehud Barak, requeriría de más aliados y es en ese punto donde el líder del Likud, el ultraliberal Benjamin Netanyahu, goza de mas apoyos.
En principio podría contar partidos de su corriente ideológica, tales como Israel Beitenu, dirigido por el ultraderechista, Avigdor Liberman, el cual aboga por la expulsión de la población árabe israelí, amén de un lenguaje de dureza con respecto a los países vecinos. Por si esto fuera poco aún quedan los representantes de los colonos de Cisjordania, donde habitan ya casi medio millón de israelíes, así las cosas, Livni y a su partido Kadima sólo le queda unir fuerzas con los laboristas, y los ultraortodoxos sefardíes del Shas, ambas fuerzas partidarias del diálogo con los países árabes.
Aún así no es probable que pueda alcanzar la mayoría necesaria para formar Gobierno. Por lo tanto, considero que dado que Israel se enfrentará en los próximos cuatro años ante la diatriba de si frenar o no por la fuerza a un posible Irán con capacidad nuclear, creo que lo más conveniente, dado que Netanyahu tiene aliados de sobra para formar Gobierno, es que haya un Gobierno de unidad nacional entre Kadima, Likud y Laboristas, encabezado por Benjamin Netanyahu, pese a que Livni haya obtenido más votos.
Es la única forma de frenar la entrada de los ultranacionalistas y ultraortodoxos en el Gobierno de Israel, algo que no sería nuevo, pero que dado su peso y el momento actual con un presidente de EEUU no tan partidario de dar manga ancha a Israel, conviene que la vertiente diplomática se imponga, además sin olvidar que Benjamin Netanyahu es un gran conocedor de la política de EEUU, dado los años que vivió ahí.
Resumiendo, o los partidos israelíes tratan de aunar esfuerzas en pro de un Gobierno relativamente moderado, o una nueva guerra se cierne sobre Oriente Próximo.
Jorge Ipiña Pando
kidon12@hotmail.com
