Sr. Director:

Me solidarizo con los profesionales de la enseñanza que deban impartir el curso próximo Educación para la Ciudadanía. Confío que podrán neutralizar la marcada intención de doctrina estatal, que algunos contenidos de los manuales presentan.

Creo que en educación ya está muy trasnochado el modelar a los niños como masa. Por cierto, ¿dónde está la atención a la diversidad, en este aspecto? La educación para la ciudadanía, que nos quieren vender a alumnos y familias, atenta directamente al ascendente que madres y padres han de poder tener sobre los hijos. Lo que nos faltaba, que tengamos que enmendar la plana a libros escolares de moralina estatal y a sus exámenes. Con lo maravilloso y eficaz que es poder ir a una con la escuela.

Junto a estupendos y necesarios temas de comportamiento cívico, hay editoriales que en sus libros de Educación para la Ciudadanía, proponen la lectura de novelas -sólo por poner uno de muchos ejemplos- que fomentan las relaciones sexuales entre mujeres o sitúan la poligamia al mismo nivel que la familia. Eso, queridísimos políticos y pedagogos, es adoctrinar sobre cuestiones morales e ideológicas a los alumnos, vulnerando el derecho de los padres como primeros educadores. Además, está claro que no nos van a consultar sobre qué libro conviene o no utilizar, pues nosotras no somos las profesoras o profesores.

Basta ya de afirmaciones políticamente correctas, pero falsas. A mis hijos nadie les obliga a pensar y sentir como si esto fuese una dictadura.

Seguro que los que ahora mandan aún están a tiempo de rectificar y consensuar ampliamente esta materia, de acuerdo con lo que de verdad se estudia en otros países de Europa.

Eva María Bas Ciutad

casaevamaria@gmail.com