Otro corolario del pacto PSOE-PNV para que ZP se mantenga en Moncloa.
Si no se llama chantaje, se llama, al menos, indignidad política. Van pasando los días y empezamos a ver cuál va a ser el precio del pacto entre Gobierno y PNV para que Zapatero vea salir adelante sus presupuestos.
Pues ahí tienen el primer botón de muestra, seis millones de euros procedentes de fondos públicos, oigan, de las arcas del Estado, de los impuestos de todos nosotros, para apoyar al operador vasco de telecomunicaciones, Euskaltel, una empresa privada, que de privada no tiene absolutamente nada. Empezando por un presidente que fue lehendakari nada menos que 14 años, José Antonio Ardanza.
El despropósito es de una envergadura impresionante. Empezando porque el rescate financiero del Gobierno a la operadora vasca va a suponer casi el 15% de su inversión total del año que viene, continuando porque este tipo de adjudicaciones exigen la convocatoria de un concurso público, rematando así que esto no es más que la politización interesada y partidista del dinero público. Y por cierto, hablando de empresas con txapela, otra de las directamente beneficiadas es la corporación alimentaria Kaiku, también protegida del PNV.
Yo no sé si es el regulador de las telecos, la CMT, el de la competencia o la CNC, pero alguien debería poner coto a este sistema que permite que ocurran estas cosas y que no le pase nada a nadie. Seis millones de veces tendría que caérseles la cara al suelo de vergüenza a Urkullu, Ardanza y quien quiera que ha decidido, desde el Gobierno central, ceder a la presión. Eso, por no hablar del flaco favor que se le hace desde Madrid al lehendakari Patxi López.
Miriam Prat
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