Y como además de imprudente soy un pelín más bruto, ensancharía el campo semántico del concepto hasta la siguiente afirmación: España no se va a re-cristianizar el día en que ZP abandone La Moncloa ni el día en que regrese el PP al complejo de la carretera de La Coruña.
Y es que hay mucho provida ingenuote. Ojo al dato: en la región de Madrid, donde gobierna el Partido Popular, es la Comunidad -en términos absolutos y relativos- más abortera de España. Durante el Aznarato (1996-2004), el número de abortos se disparó en España, y se autorizó la distribución de instrumentos tan abortivos -más peligrosos por menos visibles- como la píldora abortiva y la píldora postcoital. Todo ello con la bendición de la entonces primera -o segunda, no lo tengo muy claro- dama del país, Ana Botella, que entonces ya se preparaba para su carrera política: Si los médicos la recetan -aseguro sobre la RU-486- será porque es buena. Luego, como concejala de Gallardón, colaboró en la conversión del Ayuntamiento de Madrid en el mayor pervertidor de menores de Europa, con la expendeduría gratuita para menores de la postcoital Postinor.
Ha sido el PP -la entonces ministra de Sanidad Ana Pastor- quien comenzó la masacre de embriones humanos en nombre de la investigación y de la ciencia. Como Roma no paga traidores, Pastor ha sido relegada, como lo será Bernat Soria por ZP una vez han sido convenientemente inutilizados, pero...
En materia de familia tres cuartos de lo mismo. Ingenuo, o inocente, fue el juez Ferrín Calamita (por cierto, sigo animando a ayudar económicamente a este héroe-mártir, al que una sentencia asombrosa le ha dejado sin un duro, sin medios para subsistir y con multas y costas que pagar). Todo el error de la juez Ferrín consistió en dejar a una menor sobre la quien deberá decidir si debía criarse con dos lesbianas. Bajo la tutela de la Gobierno autónomo de Murcia, regido por el PP. Naturalmente, una formación tan progresista como la que lidera don Mariano Rajoy fue más allá de lo que las propias psicólogas feministas del juzgado habían decidido. La crianza de niños por dos lesbianas no sólo resultaba admisible, sino de lo más recomendable. Para progres, los peperos.
Esto es, los provida debemos luchar por la vida, por los inocentes, por los débiles, por los indefensos, por los niños, nacidos o no nacidos... pero no por el Partido Popular, una formación tan podrida que ya no admite parches: exige cambiar la rueda.
Posdata: Con la que está cayendo, ¿cómo es posible que tenga que utilizar como referencia a Alternativa Española y no a mi propio partido, Familia y Vida, últimamente tan lacónico?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com