Al frente de la inculpación por estafa, blanqueo de dinero y fraude fiscal se encontrará Jean-Claude Mas (en la imagen), de 73 años, quien en 1991 fundó Poly Implant Prothèse (PIP), que fabricaba prótesis mamarias. Llegó a facturar el 84% de sus ingresos fuera de Francia, de modo especial en Latinoamérica.
Los magistrados del Tribunal Correccional de Marsella, que celebrarán el juicio en el Palacio de Congresos Parc Chanot, decidirán si la empresa produjo miles de prótesis que escapaban a la normativa establecida.
Solo en Francia, la Agencia del Medicamento (ANSM), estima que 30.000 mujeres llevan esos implantes, a quienes las autoridades galas han exhortado para que se retiren las prótesis de manera preventiva.
Se calcula que otras 30.000 mujeres de diversos países también se ajustaron los implantes de silicona en los senos. Al parecer existen posibilidades de padecer un cáncer de mama.
La causa, en la que se han personado unos 300 abogados y se han tramitado 220 denuncias de mujeres afectadas de los 65 países en los que se comercializaban los implantes PIP, tiene su origen en una indagación llevada a cabo por la Agencia francesa de Productos Sanitarios (AFSSAPS).
En sus confesiones ante la gendarmería y ante la policía judicial, Mas aseveró que sabía que se empleaba un gel no autorizado. (Fuente: EFE).
Se ha comprobado que la cirugía de mama es la segunda intervención estética en todo el universo, muchas mujeres se enfrentan a la duda sobre si sus prótesis son Poly Implant Prothèse (PIP).
Las autoridades galas detectaron que esta compañía estaba fabricando prótesis con una silicona contraria a la comunicada. Según los análisis llevados a cabo, contenía un gel de inferior calidad y con mayor poder irritante y una tasa de roturas más elevada, que está en un 5%, cuando lo normal oscila entre el 0,5% y el 1%.
La silicona utilizada contiene, según las investigaciones llevadas a cabo, un aditivo para combustibles y material de navíos (Basylone) y otros dos utilizados en la fabricación del caucho (Silopren y Rhodorsil).
Se ha investigado que cuando un implante se desgarra, el gel de silicona sale a los tejidos más próximos. "A algunas personas no les ocurre nada y a otras pueden pasarle varias cosas: que el líquido forme una especie de cápsula alrededor del implante o que aparezcan nódulos linfáticos".
El Ministerio de Sanidad galo sugiere ponerse en contacto con el cirujano responsable para organizar un calendario de revisiones periódicas y sólo si se localiza el desgarrón de las prótesis, debe procederse a su extirpación. Como refiere Andrew Kabsley, ministro británico de Sanidad.
Clemente Ferrerclementeferrer3@gmail.com