La táctica siempre es la misma: renacionalizar las empresas privatizadas con grupos empresariales afines a los Kirchner
También es el caso de Telecom Italia.
El matrimonio Kirchner no quiere re-estatizar las empresas privatizadas, sino re-nacionalizar, que es cosa distinta. En otras palabras, acosan a esas empresas instaladas en el país para que cedan control a empresarios amigos de los Kirchner a precio de saldo.
Ahora le toca a Edesur, la eléctrica que sirve a buena parte del gran Buenos Aires, propiedad de Endesa, ahora de Enel. Lo explica muy bien el diario La Nación. En este caso, se limita o prohíbe el dividendo alegando incumplimiento de inversiones.
Lo mismo ocurre con Telecom Italia. Los Kirchner aseguran que, dado que Telefónica posee el 8% de la italiana, y como ambas compañías compiten en la Argentina, se produce un conflicto de competencias. En este caso el objetivo no es Telefónica, sino Telecom Italia, pues los Kirchner quieren re-nacionalizar esta empresa con otra de las familias que componen su beautiful people: los Werthein. La misma táctica, por cierto, empleada por los Kirchner con Repsol, donde les colocaron a los Eskenazi (grupo Peterson) en el accionariado de YPF. Y sin poner un duro de su bolsillo -del bolsillo de los Eskenazi-, oiga usted.