La cercanía de las elecciones generales, como ocurre siempre, provoca una oleada de promesas de nuestros políticos que tratan de ofrecer soluciones a los asuntos que más preocupan a los ciudadanos. Entre estos problemas, sin duda, destaca la vivienda.
Recientemente Zapatero alardeaba de su compromiso para abordar antes de que acabe la legislatura "un gran salto en política de vivienda", que según él facilitará la "emancipación" y el acceso de "un gran número de jóvenes", aunque no dio más datos. Palabras huecas, porque no dijo nada sobre cuándo, cómo y con qué financiación cuenta para poner en marcha una promesa enmarcada en la campaña electoral que el PSOE, y que ya emprendió hace tiempo. Posteriormente, fuentes gubernamentales aclararon que las medidas en esta materia se referirán al alquiler y se concretarán en otoño.Y la última. El Gobierno que dirige Manuel ha iniciado la tramitación del anteproyecto de Ley del Derecho a la Vivienda que garantizará, según dice, a los andaluces una casa, en alquiler o en propiedad, sin demasiado esfuerzo económico. El acceso a la vivienda se regirá por los ingresos familiares. Todos los andaluces que ganen menos de 3.100 euros mensuales podrían beneficiarse de esta medida. Inmediatamente ha salido a la palestra el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, que ha puesto en duda la conveniencia de leyes como la propuesta por la Junta de Andalucía, que pretende garantizar por ley un piso a quien gane menos de 3.100 euros. Dice Solbes : "yo nunca soy partidario de grandes leyes de reconocimiento de derechos para toda la vida. Son cosas que suenan bien, pero luego hay que aplicarlas, y aplicarlas significa restricciones económicas, criterios..."
Así que, de aquí hasta las elecciones, por desgracia, tendremos que aguantar de nuevo más y más promesas…
Juan Domínguez Gómez
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