El ex presidente se ha aliado definitivamente con el alcalde de Madrid para desbancar a Rajoy. Pretenden una nueva operación a lo Hernández Mancha: Aznar, presidente del Partido, nominaría a Gallardón para La Moncloa

Mientras, Esperanza Aguirre se juega su supervivencia política en Cajamadrid y en la calle Génova: quiere a Rodrigo Rato como presidente del Partido y ella como secretaria general. Por ambas vías llegamos a la misma conclusión. El PP forma ya parte de la derecha pagana europea. Y si no, que se lo pregunten a Güemes.

Es una pinza contra Mariano Rajoy, a quien todos consideran un líder muerto, empezando por Gallardón que hace meses le juró lealtad eterna. Por una parte, el ex presidente José María Aznar, prepara su regreso a la cúpula del PP, en una operación calcada de la de Hernández Mancha. Volvería como presidente para pacificar el partido y nombrar un candidato a La Moncloa... que sería el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez (para ser más exactos, Alberto Ruiz Jiménez Gallardón).

Sí, todo un cambio, porque Aznar nunca se ha fiado ni de la ambición infinita de Gallardón ni de su querencia a Prisa, el grupo mediático que se ha empeñado en civilizar la derecha, es decir, en disponer de una marioneta tan servil a sus intereses, o más, como el Gobierno ZP. Pero la popularidad de Gallardón es un hecho, y Aznar no le gusta jugar a perdedor.

Además, Gallardón tienta a Aznar con que su esposa, Ana Botella, se convierta en alcaldesa de Madrid. No es una reconciliación pero sí un reencuentro de intereses.

¿que´significado tiene este viraje aznariano' Pues muy sencillo, que el ex-presidente, de forma definitiva, ha colgado en el perchero los principios de los que tanto presume, y pretende convertir al PP en la derecha pagana de Gallardón, el alcalde que se ha convertido en el inquisidor del arzobispo de Madrid, cardenal Antonio Maria Rouco Varela y que, de besar con unción el anillo papal, ha pasado a casar gays y convertir su consistorio en el paraíso de las pildoras postcoitales (abortivas), ofrecidas gratis a niñas de 13 años en adelante, a escondidas de sus padres.

Frente a ellos, y todo contra Mariano Rajoy, se encuentra Esperanza Aguirre, que se juega su carrera política en Cajamadrid (si logra neutralizar a Miguel Blesa, aferrado a su sillón de presidente de Cajamadrid y envalentonado por el apoyo de Aznar y Gallardón e indirectamente por Rajoy, que no es consciente de la pinza creada en su contra) y en la calle Génova, sede del PP. A Aguirre ya no le queda otra salida que Rodrigo Rato -al que la crisis económica ha privado del grueso de sus ingresos en Lazard-: el ex director del FMI como presidente del partido y candidato a La Moncloa y Aguirre como su secretaria general, en aras de un PP liberal, que vaya usted a saber lo que significa.

Aunque su consejero de Sanidad, Juan José Güemes acaba de anunciar en La Vanguardia que es partidario del aborto hasta las 20 semanas de gestación. Es decir, que ha dejado atrás al PSOE y ha definido a la derecha liberal que pretende su jefa.

Lo que está claro es que triunfe el tándem Aznar-Gallardón o el Rato-Aguirre, el PP forma ya parte de la derecha pagana europea, tan homicida como la izquierda y aún mas capitalista.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com