Por lo demás, el dilema ideológico en el PSOE es muy gracioso: Pepiño Blanco, ministro de Fomento, considera que la clave de una salida socialdemócrata a la crisis está en la inversión pública, y tiene mucha razón. Ahora bien, ocurre que eso tenían que haberlo hecho hace 18 meses, no ahora, porque se han quedado sin margen.
En la derecha ocurre algo parecido: su solución es reducir impuestos y gastos sociales. Y la solución es, asimismo, buena, sólo que la ambición de algunos de sus líderes, como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, les lleva a lo contrario: a esquilmar con sus impuestos a los ciudadanos -que, encima, le aplauden, porque en España no se vota a favor de alguien o de algo sino contra alguien o contra algo- para financiar las obras faraónicas que le conviertan en un estadista y le lleven a La Moncloa.
El PSOE es una jaula de grillos liderada por un inepto que conduce a España a la ruina, pero no necesariamente a él, si logra excitar el odio a la derecha y, en especial, a la Iglesia. Es decir, resucitar las dos Españas.
Por su parte, el PP es una jaula de grillos donde su programa económico liberal se contradice cada día con una política fiscal confiscatoria por parte de ambiciosos enloquecidos como el alcalde de Madrid.
Está claro que la solución está en la regeneración del sistema: otras formaciones deben llenar el hueco de dos partidos corrompidos por sus líderes... porque son los dos partidos mayoritarios.
Eulogio López
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