José María Castellano llegó a ONO y se encontró con una deuda superior a los 4.000 millones de euros. Sobre todo, se encontró con un crédito sindicado de más de 70 bancos, por más de 3.500 millones de euros. Esta es precisamente, la refinanciación que se está a punto de cerrar, una vez que se ha llegado a un acuerdo con los grandes bancos para un nuevo calendario de vencimientos que aligera sustancialmente la carga de amortizaciones en los próximos tres ejercicios, dejándola en unos 200 millones de euros anuales, que la compañía espera afrontar, con comodidad, con cargo al ebitda. El grueso de la deuda se resolverá en 2013 mediante una emisión de bonos o una colocación de títulos en el mercado.
ONO, propiedad de varios fondos de inversión y participada por el Banco Santander, uno de los principales prestamistas, ya ha llegado a un acuerdo con el 60% de las entidades acreedoras. Eso sí, los bancos exigieron una aportación por parte de los socios de 200 millones de euros, aportación que, el miércoles 16, el Consejo de Administración aprobó por unanimidad. Aunque todavía no se conoce la forma en la que se llevará a cabo, se baraja la posibilidad de que lo hagan mediante deuda subordinada, para evitar una valoración de la compañía -que, a día de hoy posee más potencial de futuro que presente- y la convocatoria de una Junta de Accionistas extraordinaria.
Otra de las claves de futuro de la compañía es la inversión en la tecnología Docsis 3.0 que multiplica el ancho de banda de la fibra y permite ofrecer al cliente todo tipo de servicios, especialmente de alta velocidad, en Internet pudiendo llegar hasta los 100 megas. ONO ya comercializa en Madrid los 50 megas para clientes residenciales, un producto que cada día demandan más los usuarios ya que las nuevas y constantes oportunidades que se ofrecen a través de la red exigen conexiones de calidad y alta velocidad. ONO llega en España a 7 millones de hogares cableados, mientras que sólo tiene 2 millones de clientes. Por tanto, el crecimiento potencial parece bastante lógico y el 2010 será el año del inicio del despliegue del Docsis 3.0, que hará posible que los 50 megas lleguen, paulatinamente, a todos los clientes.
Todo ello sin olvidar el móvil, donde ONO tampoco se queda atrás y estudia sus opciones para mejorar su competitividad en ese terreno. Y por cierto, en ONO siguen atentamente el acuerdo de la operadora que preside César Alierta con Digital , para evitar cualquier situación de posición dominante en el mercado.
Pero de nada vale renegociar deuda si no funciona la parte fundamental de una empresa: los ingresos. En este sentido ya puede decirse que la reina del cable en España cumplirá este año con el objetivo marcado de un ebitda superior a los 700 millones de euros y con un beneficio neto positivo por primera vez. Las previsiones son que el (Beneficio Después de Impuestos) BDI se sitúe entre 50 y 60 millones de euros, frente a los 26 que perdió un año antes. Es la vuelta a los números negros, aunque la remuneración a los accionistas podría llegar con una salida a Bolsa que por ahora es un futurible sujeto a la evolución de los mercados.
Además, la SETSI acaba de publicar el primer Estudio sobre la percepción de los usuarios sobre la calidad de los servicios de telecomunicaciones, en el que ONO aparece como el operador mejor valorado de forma global por los usuarios, tanto en teléfono fijo como en Internet. Parece que el año se despide con buenas noticias para ONO que empieza a ver recompensados los esfuerzos realizados este último año: consenso entre los accionistas, acuerdo con la banca acreedora, y buen clima laboral tras el Convenio recién firmado con los sindicatos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com