El presidente del PNV, Josu Jon Imaz se muestra muy preocupado porque la filtración sobre el acuerdo Zapatero-ETA al Gara podría significar la ruptura de la banda y confirmar los rumores de la existencia de una ETA auténtica, mucho más exigente y ambiciosa que la ETA dirigida por Josu Ternera, que confirmó al Gobierno el control de la banda para evitar precisamente situaciones como las vividas este lunes.
Desde el alto el fuego, la Audiencia Nacional no ha estado de vacaciones y se han producido algunas detenciones. Y eso iba en contra de lo pactado con Zapatero : el cese de las hostilidades policiales y judiciales. Por otra parte, el hecho de que El Mundo publicara esos compromisos hace dos sábados, puede haber dejado exonerada a parte de la banda de sus compromisos de fidelidad.
Así que nada mejor que acudir al periódico y pinchar el globo. El Gobierno ha desmentido rotundamente la existencia de esos compromisos y ha calificado al Gara de panfleto. Compartimos el calificativo, pero la filtración demuestra que hay una parte de ETA menos conciliadora que quiere acelerar el proceso, y elevar el tono de la exigencia. Y no está nada claro que el Gobierno tenga capacidad de negociación con el duro de la banda, Txeroki, el dirigente del aparato militar.